Cómo diagnosticar una avería en la suspensión neumática

Con las vacaciones de verano a la vuelta de la esquina, muchos conductores pasan por el taller para poner a punto elementos tan importantes como los frenos, la batería, los fluidos o los neumáticos. Sin embargo, pocos son los que prestan atención a un componente vital para la seguridad como es la suspensión, sobre todo cuando se viaja con cargas pesadas.

En el caso concreto de la suspensión neumática, Arnott recomienda pasar por el taller para evitar problemas en su funcionamiento. Los sistemas de suspensión neumática usan un compresor para inflar las balonas de goma, que pueden estar separadas del amortiguador o combinados con el amortiguador como un puntal de suspensión neumática.

Los sensores de altura le dan a la ECU (Unidad de Control Electrónico) una señal cuando el vehículo no está a una altura predeterminada. Luego, el compresor bombea aire a las balonas hasta alcanzar la altura adecuada. El sistema hace esto después de cargar mientras está parado, pero también de manera continua mientras se conduce o se toma curvas.

Al igual que todos los componentes de goma, las balonas y los puntales son piezas de desgaste. Típicamente, el caucho se secará y se pueden formar pequeñas grietas en el pliegue de la goma. En promedio, la suspensión neumática deberá reemplazarse entre los seis y los diez años. El kilometraje, el clima, las condiciones de manejo y el uso fuera de la carretera también influirán en la tasa de reemplazo.

Cómo diagnosticar una avería

El diagnóstico rápido de una balona con fugas es fácil. Si el automóvil está estacionado durante la noche y a la mañana siguiente una esquina está más baja de lo normal, el sistema tiene una fuga. A pesar de esto, una pequeña fuga existente puede pasar desapercibida para el conductor. Al principio, el compresor todavía puede mantener una presión adecuada, a pesar de la fuga. Pero a medida que la fuga se hace más grande, el compresor se sobrecalentará (o quemará) en su intento de alcanzar la presión y la altura de manejo requeridas.

En la práctica, en las revisiones de vacaciones, conviene rociar el sistema de suspensión neumática con una solución de agua y jabón para detectar las fugas.