Los talleres de la zona sur de Madrid pierden un 40% de actividad

Las restricciones a la movilidad decretadas en 37 zonas básicas de salud de la Comunidad de Madrid, desde el 21 de septiembre, están teniendo importantes consecuencias en la actividad de los talleres de las áreas afectadas, la mayoría de ellas ubicadas en la zona sur de la región. Según los datos aportados por Euromaster, la actividad de los talleres de la zona sur de Madrid ha caído un 40% en estas semanas, mientras que en los de la zona norte se ha incrementado un 8%.

Con estas cifras en la mano se advierte que las restricciones han actuado como freno para llevar el coche al taller, aunque estos movimientos están permitidos por la normativa siempre y cuando se puedan justificar debidamenete. Para ello hay que llevar el justificante de la cita previa o, tras la reparación, la factura.

Según Euromaster, estas medidas están creando una posventa a dos velocidades en función de la evolución de la pandemia y de las restricciones de movilidad que se aplican desde la Administración para contenerla. En concreto, aquellos talleres impactados por las medidas ven interrumpida su recuperación.

18% de caída en 2020

Estas restricciones a la movilidad suponen un nuevo golpe en la línea de flotación de la posventa que para este año espera ingresar un 18% menos, según previsiones de GiPA para Euromaster, lastrada por un año incompleto de actividad y un 21% menos de kilómetros recorridos, lo que conlleva a su vez menos mantenimientos preventivos y correctivos.

Esta situación se traduce también en una previsión de menor número de visitas al taller, hasta un 22% este año, y un 19% menos de gasto en mantenimiento por coche en el mismo periodo, impactado por la negativa evolución del desempleo, que se prevé roce el 20% al término de 2020, y el auge del teletrabajo.

Para Jorge Ocaña, director de Área en Madrid de Euromaster, “los talleres no pueden trabajar con una previsión más allá del día siguiente. Es un negocio que forma parte de la economía de la movilidad, es decir, toda la actividad generada por los desplazamientos de las personas, y el impacto dispar de la pandemia y la concurrencia de medidas muy heterogéneas ponen a los talleres en una situación más complicada para afrontar su particular recuperación económica”.