La Asociación de Afectados Stellantis (Afestel), que representa a más de 8.000 usuarios que compraron algún modelo del grupo automovilístico con motor Puretech 1.0 o 1.2 con correa de distribución en baño de aceite, asegura que, recientemente, algunos propietarios de modelos de Stellantis con dichos motores están recibiendo cartas donde se les advierte de que sus vehículos podrían salir ardiendo: “No se podría descartar que se produjera un incendio en el compartimento del motor, lo que podría provocar un incendio del vehículo”. Ante este reconocimiento, parece increíble que ninguna autoridad ni administración haya tomado cartas en el asunto, sobre todo, porque prodría provocar daños personales y atenta directamente contra la seguridad vial, por lo que la DGT debería haber actuado de oficio ya.
Afestel va más allá y subraya que los informes técnicos lo corroboran y miles de usuarios lo atestiguan: “los motores Puretech del Grupo Stellantis son peligrosos porque pueden llegar a arder”. La asociación señala que hasta la patente de la correa de distribución de estos motores advierte expresamente de que no debe entrar en contacto con la gasolina, “un problema propio de todos los motores rotos de Stelantis”. Afestel continúa el comunicado indicando que el propio fabricante reconoce y avisa de que su correa de distribución no está preparada para entrar en contacto con la gasolina, mientras que todos los informes periciales indican que los motores Puretech estropeados presentan correas impregnadas de gasolina”.
Estas evidencias hacen que los afectados se sientan ninguneados por Stellantis, que admite fallos de origen, pero se niega a reconocerlo ante usuarios y tribunales, donde se han presentado cientos de demandas. Desde diciembre del 2024, recuerda la asociación, están presentándose demandas de conciliación a las que el grupo automovilístico no acude.
Según los informes periciales de Afestel, la correa de distribución de los motores Puretech, fabricada con materiales que se degradan prematuramente, libera durante su uso partículas que contaminan el aceite y pueden obstruir los conductos de lubricación y filtros, reduciendo la presión del sistema. Asimismo, indican que el motor, al no alcanzar su temperatura óptima de funcionamiento en trayectos cortos, no quema parte del combustible inyectado y termina mezclándose con el aceite a través de los segmentos del pistón. Los informes también aluden a que los motores Puretech utilizan inyección directa de combustible, que puede generar mayor cantidad de combustible no quemado, filtrarse en el cárter y mezclarse con el aceite.
La combinación de partículas de la correa de distribución y la dilución de combustible degrada la calidad del aceite, reduciendo su capacidad de lubricación y aumentando el riesgo de desgaste en componentes críticos del motor, como cojinetes y árboles de levas.
Ante estos hechos, Afestel está litigando en los juzgados para defender el derecho de los afectados a una indemnización, conscientes de que la única manera de obligar a la compañía a buscar una solución que compense la pérdida económica es actuar de manera colectiva.
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