En la industria química, los disolventes son una materia prima base, por lo que son utilizados en un gran abanico de productos y formulaciones. Es por ello, que es importante saber cuál escoger en cada caso según las necesidades, y Comindex da las claves.
Para empezar, hay que saber que un disolvente es una sustancia química que disuelve, extrae o puede mantener en suspensión otras sustancias (soluto) para formar una disolución. Por ese motivo, suele ser el componente en mayor cantidad dentro de las formulaciones. Teniendo en cuenta diferentes propiedades y características, hay muchas maneras de clasificar los disolventes. Por ejemplo, podemos diferenciar los disolventes orgánicos y el agua.
El agua es considerada el disolvente universal debido a su alta capacidad de disolución de muchos solutos diferentes. Suele ser la mejor opción debido a que no es tóxica ni inflamable, y es fácil de manipular. Pero, no todos los solutos son solubles en agua y en ese caso, hay que hacer uso de los disolventes orgánicos.
Un disolvente orgánico es un compuesto químico, generalmente en estado líquido, con una estructura a base de carbono. Dentro de este gran grupo de disolventes, hay varias divisiones.
Estos disolventes orgánicos, aunque pueden ser muy efectivos y útiles, en su gran mayoría no suelen ser muy respetuosos con el medioambiente. Por este motivo, hay una creciente preocupación para encontrar alternativas más sostenibles.
Puede ser todo un reto encontrar alternativas igualmente efectivas con características más verdes, pero desde Comindex, presentan dos propuestas de biodisolventes para ser más cuidadosos con el medioambiente.
Estas propuestas son el Galaster EL98 y Galaster BL97, etil lactato y butil lactato, respectivamente. Estos biodisolventes sostenibles son derivados del ácido láctico (más concretamente ésteres del ácido láctico) para la sustitución ecológica de disolventes tradicionales, aportando una mejora de la humectabilidad del soporte.
Estos biodisolventes se pueden usar en una gran variedad de productos más sostenibles. Dentro del sector de la detergencia, tienen un gran uso en productos de limpieza industrial.
Puede ser una alternativa a disolventes peligrosos tradicionales en la limpieza de resinas epoxi o pinturas en general. En esta aplicación, el Galaster EL 98 (etil lactato) demuestra una muy buena eficacia al eliminar estos recubrimientos de pintura o resinas epoxi, en formulaciones junto con agua, un agente anticorrosivo y un tensioactivo no iónico.
Otro ejemplo sería la limpieza de grafitis, donde, con el uso del Galaster EL 98, se consiguen formulaciones mucho menos peligrosas con un poder de limpieza de la tinta igual a las formulaciones tradicionales.
Aparte de estos dos ejemplos planteados, estos derivados del ácido láctico se pueden usar en más formulaciones de productos de limpieza (limpiadores de resinas, decapantes…).
Por último, cabe destacar que, en Comindex también cuentan con formulaciones tipo y guías de formulación para hacer el cambio a la sostenibilidad más fácil para todos.
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