Max Eisenmann & Co., taller de reparación de automóviles con sede en Hamburgo, se convirtió, en 1921, en el primer taller oficial de instalación y reparación de Robert Bosch AG, marcando el nacimiento de los servicios de Bosch. El fundador de la empresa, Robert Bosch, reconoció, desde el primer momento, la necesidad de crear una red de talleres de reparación a nivel mundial. El resultado de esa visión es Bosch Car Service, la red de talleres independientes más grande del mundo, con más de 15.000 socios en 150 países.
Los talleres de la red Bosch Car Service reciben apoyo en forma de la última tecnología en diagnóstico, una eficiente logística de repuestos y acciones de marketing. Gracias a los servicios de información y asistencia técnica para todas las marcas, así como a la tecnología de diagnóstico de última generación de Bosch, los socios se aprovechan de una experiencia de marca cada vez mayor. Asimismo, los usuarios se benefician de la alta disponibilidad de repuestos originales Bosch en los talleres asociados, así como de cualificados técnicos de asistencia para el automóvil.
Con una importante apuesta por la investigación y el desarrollo, Bosch es uno de los impulsores más importantes de la innovación en el campo de la movilidad, lo que beneficia a las empresas de Bosch Car Service y a sus clientes: “Redes, automatización y nuevas soluciones de propulsión: la complejidad del vehículo crece constantemente. Cada vez más automóviles cuentan con tecnologías de asistencia al conductor y nuevos sistemas de visualización y entretenimiento”, comenta Thomas Winter, director de conceptos de taller en Bosch Automotive Aftermarket. “Esto también significa nuevos retos para los talleres. Bosch es un socio fiable cuando se trata de satisfacer las crecientes necesidades del futuro y podemos garantizar que, con los talleres Bosch Car Service, los conductores tendrán siempre un contacto competente para el mantenimiento y reparación de sus vehículos”.
Top Recambios decidió hace tres años extender su concepto de distribución al segmento de neumáticos para moto y scooter. Este tiempo de preparación y desarrollo de esta línea de negocio le ha servido para convertirse en la actualidad en uno de los principales referentes en los mercados de España y Portugal.
Dürr ha ampliado su centro de formación con la incorporación de una célula robotizada de sellado. Desde mayo, los clientes reciben en la sede central de la empresa en Bietigheim-Bissingen (Alemania) formación práctica sobre la última tecnología de sellado en condiciones reales.
A lo largo de la mañana los proveedores realizaron presentaciones técnicas en las que, además de realizar una breve presentación sobre sus empresas y las cifras clave, se focalizaron en presentar sus productos y novedades, así como sus apuestas de futuro e innovaciones tecnológicas.La mañana se cerraba con una visita a la bodega, que se realizó en varios grupos en los que los proveedores también participaron, en la que el equipo de Balmoral mostró a los asistentes el proceso completo de elaboración de sus “caldos”, con especial atención a sus espumosos, en los que se han especializado.Una cata, guiada por el enólogo de la bodega, y la comida “casera” con productos y platos típicos de la zona, dieron paso a la segunda parte de la jornada.En las visitas demostrativas, los talleres, divididos en grupos, pasaban por los stands de los proveedores para asistir a las demostraciones de productos y charlar con cada uno de los proveedores sobre dudas, procesos de fabricación, montaje, garantías y experiencias con la marca.El equipo de marketing y la dirección de ASER, que en esta ocasión ha estado apoyado por el equipo de Moeve Marketing y Eventos.
Mientras los informes medioambientales ensalzan al coche eléctrico como la única vía hacia un futuro sin emisiones, la industria europea del automóvil, y en especial la posventa, enfrenta una realidad mucho más cruda: costes inasumibles, empleos en riesgo y un parque automovilístico que no está preparado para un cambio abrupto. ¿Está Europa forzando demasiado la marcha?
Lo que muchos presentaban como una revolución verde imparable podría convertirse en una pesadilla económica para la Unión Europea. Un informe del Centro de Estudios Políticos Europeos (CEPS) alerta: la transición al vehículo eléctrico amenaza la competitividad, los empleos y la estabilidad de la industria automovilística europea.