El acceso a los datos, clave principal de la ficha informativa presentada por Ancera

Ancera ha elaborado una serie de fichas con información relevante sobre las iniciativas que la asociación está ayudando a llevar adelante con el único fin de defender los intereses del sector de la posventa y de todos sus socios. Esta semana la ficha informativa tiene como tema central el acceso a los datos.

Los coches conectados cuentan con innovadoras funciones, tales como: el análisis predictivo de fallos, el análisis del estilo de conducción y análisis muy precisos sobre el desgaste de los componentes. Cuando esta tecnología se combina con el acceso remoto al vehículo y la interacción con el conductor, se pueden crear nuevos servicios y modelos de negocio.

Sin embargo, el diseño técnico cerrado de los de los sistemas telemáticos de los fabricantes y, por tanto, la falta de un acceso eficiente e interoperable a los datos y recursos de los vehículos impide a la posventa y a los servicios de movilidad realizar su potencial digital.

Establecer un marco legal europeo. Objetivo: Igualdad de condiciones para la competencia

Los proveedores de servicios independientes necesitan la capacidad de ofrecer servicios digitales competitivos a los usuarios finales/clientes de forma realmente independiente del fabricante de vehículos (es decir, la capacidad competir eficazmente como empresas independientes). A medida que los fabricantes de vehículos aceleran el despliegue de estos sistemas, reducen el alcance de la competencia.

Alertados por varias asociaciones que representan la posventa independiente, la Comisión Europea ha iniciado un proceso para legislar y establecer un marco legal para el acceso remoto a los datos y funciones de los vehículos. Es fundamental que dicha legislación preserve la igualdad de condiciones para la competencia.

El llamado modelo ‘Extended Vehicle’ (ExVe), promovido por los fabricantes de vehículos, canaliza toda la comunicación de datos a distancia a través del servidor propio del fabricante del vehículo. El fabricante, además, controla y decide cómo, cuándo y a quién da el acceso a los datos, impidiéndonos competir justamente, puesto que controlaría todos los servicios relacionados con la movilidad conectada y automatizada. Además, la falta de competencia independiente priva a los consumidores y a los operadores de flotas de una auténtica capacidad de elección; quedan ‘atrapados’ en el ecosistema digital del fabricante del vehículo inmediatamente después de la compra, ya que cambiar de vehículo no suele ser una opción.