Aunque Mutua Madrileña anunció en enero un acuerdo con ASETRA y NATRAM que incluía mejoras económicas para los talleres madrileños, el conflicto técnico sigue sin resolverse. El uso de un baremo propio, muy por debajo de los tiempos del fabricante, ha bloqueado la negociación y alimenta un malestar que contrasta con la estrategia de diálogo que mantienen otras aseguradoras como Mapfre.