Incrementar la presión de los neumáticos, un riesgo para la seguridad

El escándalo de la manipulación de los controles de emisiones no sólo salpica a Volkswagen. El mes pasado Mitsubishi admitió que falseó las cifras de consumo y emisiones de más de 600.000 vehículos, aunque lo hizo con un procedimiento mucho más sencillo. Si Volkswagen ideó un software para llevar a cabo la falsificación, en la marca japonesa se han limitado a incrementar la presión de los neumáticos para homologar consumos inferiores a los reales.

Tras esta noticia, muchos expertos del sector del neumático han alertado del riesgo que conlleva circular con una presión superior a la recomendada. De hecho, la propia Comisión de Fabricantes de Neumáticos, compuesta por Bridgestone, Continental, Goodyear Dunlop, Michelin y Pirelli, ha publicado una circular para recordar “a la opinión pública la importancia que para circular seguro tiene hacerlo con unos neumáticos a la presión adecuada”.

Tal y como señala este organismo, rodar con unos neumáticos a más presión de la recomendada por el fabricante del vehículo representa un riesgo para la seguridad vial, ya que se reduce la superficie de contacto afectando negativamente a la adherencia del vehículo. Como consecuencia, aumenta la distancia de frenado y, con ella, el riesgo de colisión en caso de frenada de emergencia.

Asimismo, unos neumáticos con más aire del necesario duran menos porque se desgastan más rápidamente por el centro. Por tanto, llevar la presión recomendada por el fabricante del vehículo no sólo optimiza el consumo de combustible y las emisiones, minimizando el impacto medioambiental, sino que aporta seguridad en la carretera dado que el neumático responderá adecuadamente y el conductor podrá controlar más eficazmente el vehículo en circunstancias imprevistas.