La gama de Bosch se completa con la incorporación de sensores de temperatura de gases de escape y sensores de óxidos de nitrógeno para la mayoría de los vehículos del mercado europeo. Combinando estos sensores con el sistema Denoxtronic, los talleres cuentan con una amplia gama de componentes para el tratamiento de los gases de escape con calidad de equipo original.
Un análisis fiable de la composición de los gases de escape es la base para un tratamiento eficaz de los mismos. Con este propósito, los automóviles y vehículos comerciales modernos equipan diferentes sensores instalados en el sistema de escape. Todos ellos están integrados en el sistema de diagnosis a bordo y pueden identificarse y comprobarse fácilmente en caso de avería con un equipo de diagnosis como, por ejemplo, el KTS de Bosch. Si están defectuosos, los sensores Bosch pueden reemplazarse fácil y rápidamente.
Cada vez más coches diésel y un número creciente de vehículos comerciales ligeros y pesados están equipados con sensores de óxidos de nitrógeno. Por medio de un elemento sensor cerámico, particularmente elástico y resistente al calor, estos sensores miden la cantidad de óxidos de nitrógeno (NOx) después del convertidor catalítico SCR. Algunos tipos de motores incluyen un segundo sensor antes del convertidor catalítico.
Estos sensores controlan la cantidad de urea (AdBlue) inyectada en el catalizador para la reducción catalítica selectiva (SCR) con el fin de reducir las emisiones de NOx. Además, supervisan los componentes SCR. Dado que la tecnología SCR se utiliza cada vez con mayor frecuencia, los sensores de óxidos de nitrógeno tienen una importancia creciente para el mercado del recambio y el negocio de los talleres. La actual gama de Bosch comprende 24 referencias, incluyendo sensores que son compatibles para varios modelos de vehículos. Esta gama se amplía continuamente.
Los sensores de temperatura de gases de escape se pueden instalar en diferentes lugares dentro del sistema de escape de los motores diésel y gasolina. Estos sensores miden la temperatura de los gases de escape y envían una señal de tensión eléctrica a la unidad de control del motor. Si se utilizan en motores diésel, controlan la temperatura del filtro de partículas. Por lo tanto, contribuyen significativamente al cumplimiento de los valores límite de emisiones y a la eficiencia del combustible.
Si se usan en motores de gasolina, ayudan a proteger componentes críticos como los convertidores catalíticos y los turbocompresores. Desde julio de 2020, la gama de recambios de Bosch para el taller comprende unas 90 referencias que cubren la mayoría de los vehículos de los fabricantes de automóviles europeos.
Desde 2019, los talleres pueden pedir a sensores de partículas Bosch. La gama, que comprende 40 referencias, se amplía continuamente. Estos sensores analizan la cantidad de partículas de hollín contenidas en las emisiones de los motores diésel mediante la medición de la resistencia. A partir de los valores obtenidos, la unidad de control analiza el funcionamiento del filtro de partículas diésel. Antes de cada medición, el elemento sensor se regenera calentándolo, para mantenerlo así en las mismas condiciones para todas las mediciones.
Los sensores de presión diferencial miden la diferencia de presión del filtro de partículas: los valores medidos proporcionan información sobre el estado del filtro de partículas para activar su regeneración basada en la demanda y el ahorro de combustible. Este tipo de sensores se utilizan también para controlar la recirculación a baja presión de los gases de escape. La gama actual de Bosch, que engloba más de 40 referencias, cubre la mayoría de los vehículos del mercado europeo.
Las sondas lambda determinan la cantidad de oxígeno contenida en los gases de escape. A partir de este valor, la unidad de control del motor determina la cantidad óptima de combustible a inyectar en la cámara de combustión. Las sondas lambda se utilizan en motores gasolina, diésel y gas. La gama de sondas lambda de Bosch tiene una cobertura de más del 80 por ciento de todos los vehículos del mercado. Con su alta precisión de medición, estas sondas ayudan activamente a la eficiencia del motor y al tratamiento eficaz de los gases de escape. En comparación con unas sondas lambda desgastadas, unas nuevas permiten un ahorro de combustible de hasta un 15 por ciento.
El sistema de tratamiento de gases de escape Denoxtronic es cada vez más importante y más utilizado en vehículos diésel, lo que genera un potencial de negocio adicional para el taller. Este sistema inyecta una solución acuosa de urea (conocida como AdBlue) en el sistema de escape. En combinación con el convertidor catalítico SCR, permite convertir los perjudiciales óxidos de nitrógeno (NOx) en agua y nitrógeno. Como desarrollador de sistemas Denoxtronic, Bosch ofrece una solución integral para los talleres, que incluye formación, equipos de diagnosis y recambios.
¿Quieres recibir nuestro boletín? Apúntate aquíPosventa de Automoción y Neumáticos y Mecánica Rápida se toman un descanso. Del 4 al 25 de agosto bajamos la persiana… ¡pero solo por mantenimiento!
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