Femete: "No hay voluntad de acabar con la economía sumergida"

En una época en la que proliferan talleres ilegales, software pirata y piezas de dudosa procedencia, la Federación Provincial de Empresarios del Metal y Nuevas Tecnologías de Santa Cruz de Tenerife (Femete) pone en entredicho la actuación de las administraciones. Para el secretario general de la entidad, José González,“no hay voluntad de combatir la economía sumergida. La ilegalidad se permite por comodidad política. Tantos impuestos agobian y arrastran a muchos a la clandestinidad". Y se pregunta, "¿qué pasaría si dejáramos todos de pagarlos?”.

Por ese motivo, González califica como “urgente, importante y vital que administraciones, policía y agentes sociales nos unamos para combatir la peligrosísima ilegalidad, aplicando un plan eficaz que ayude a reducir esa sangría que está lacrando la creación de empleo, la generación de riqueza, a la vez que pone en riesgo el medio ambiente y la seguridad”.

El secretario general de Femete pone en entredicho las cifras de paro, que contabilizan un desempleo del 31% en Canarias. "Si ese dato fuera real, tendríamos a la gente rompiendo escaparates en las calles", afirma. Esto pone de manifiesto, según González, "que la clandestinidad sirve de colchón para que muchas familias no caigan en una pobreza extrema. Los políticos lo ven con un mal necesario". Sin embargo, desde Femete aseguran que esta pasividad "es un error enorme", ya que crea "una competencia desleal atroz" y una sensación de "quemado" entre los que sí cumplen con las obligaciones tributarias.

González insiste en que "esto tiene que acabar de una vez por todas" y anima a los políticos a tomar las riendas de una situación que "nuestros empresarios lamentan continuamente, originando un desánimo enorme en su actividad diaria". El empresario legal "se siente castigado", continúa, por lo que propone convencer al cliente "del daño enorme que supone acudir a un clandestino que, en definitiva, termina empobreciendo nuestra comunidad".