Sistemas de asistencia a la conducción, reto y oportunidad para los talleres independientes

Los sistemas de ayuda a la conducción se están comenzando a generalizar en todo tipo de vehículos y ya ha quedado atrás la etapa en la que su utilización se limitaba a los coches de alta gama. Cada vez más fabricantes y marcas deciden invertir en incorporar estos sistemas en sus vehículos con el objetivo de reducir el número de accidentes y la gravedad de los mismos.

Por todo esto, los talleres independientes tienen que formarse y familiarizarse con estas tecnologías para sobrevivir a un entorno donde cada vez van a ser más protagonistas. El primer paso es conocer estas tecnologías para optimizar la calidad de su servicio. Para ello, los profesionales de los talleres multimarca deberán dedicar tiempo a la formación y el estudio sobre cómo funcionan, sus componentes, características y posibilidades. El segundo paso es adaptar y equipar los espacios con nuevas herramientas y servicios específicos, en muchos casos diferentes a los que ya ofrecían. Por último, es importante ser conscientes de las oportunidades que se esconden en este nuevo escenario, donde los talleres tienen en sus manos una nueva forma de ampliar su oferta de productos y servicios y, por tanto, la facturación.

Las nuevas tecnologías en la conducción son una importante oportunidad de negocio para los talleres que se suban al tren y no permanezcan estáticos ante la nueva tendencia; una tendencia que, de manera inevitable cambiará aún más la relación del conductor con el taller pero que no necesariamente debe acarrear una pérdida en sus beneficios.

Sistemas de asistencia a la conducción

AEB (Frenado automático de emergencia) > Reduce la velocidad del vehículo cuando detecta que se va a producir una colisión o un atropello.

ASCC (Control de crucero inteligente) > Adapta la velocidad automáticamente si detecta la presencia de otros vehículos en el mismo carril para mantener la distancia de seguridad.

BSD (Detector de ángulo muerto) > Localiza la presencia de vehículos en el ángulo muerto del vehículo y alerta al conductor en el caso de que quiera realizar una maniobra.

DBL (Iluminación dinámica en curvas) > Los faros delanteros giran de forma automática y coordinada con la dirección del vehículo permitiendo que el haz de luz siga el trazado de la carretera.

ESC (Control electrónico de estabilidad) > Estabiliza el vehículo en las curvas.

HAC (Asistente de arranque en pendientes) > Acciona el freno de manera automática, aunque se libere el pedal, hasta que el conductor pise el acelerador.

LDWS (Sistema de aviso por cambio de carril) > Alerta al conductor cuando detecta que el vehículo abandona el carril de manera involuntaria.

LKAS (Sistema de mantenimiento de carril) > Es capaz de tomar el control del vehículo para mantenerlo dentro de su carril si el conductor no reacciona.

SHBA (Asistente de luces largas) > Cambia automáticamente de luz de carretera a luz de cruce cuando detecta que un vehículo se aproxima en sentido contrario.

TPMS (Control de presión de neumáticos) > Advierte al conductor cuando detecta que algún neumático tiene una presión más baja de lo recomendado.

Más información

Si quiere acceder a una información más detallada sobre los sistemas de asistencia a la conducción, no se pierda el amplio informe publicado en el número 406 de la revista Nuestros Talleres. Puede solicitar su ejemplar en el teléfono 91 297 20 00.