Glasurit ofrece consejos prácticos para el cuidado de la pintura en el vehículo

La pintura de los coches puede deteriorarse. Los excrementos de ave en primavera, los rayos de sol en verano, la sal que se esparce en las carreteras en invierno... la piel exterior de los vehículos se ve expuesta durante todo el año a todo tipo de cargas. Para evitar que el brillo de una pintura se convierta en una capa de aspecto indefinido, es necesario tomar alguna medida, ya que el brillo y la resistencia de la pintura sólo se pueden mantener con un cuidado regular y adecuado. El fabricante de productos de repintado Glasurit pone en manos de los propietarios de los vehículos un gran número de recomendaciones prácticas para conseguirlo.

Así, en caso de aplicar abrillantadores o ceras de protección de la pintura, es recomendable realizar un lavado previo a fondo del coche. Después de secar el vehículo, hay que aplicar una cera de alto brillo con algodón para pulir y pasar seguidamente un paño suave hasta alcanzar el brillo definitivo. Cuando se realice esta operación, es importante que el automóvil no se encuentre expuesto directamente al sol, ya que la superficie pintada es más difícil de tratar cuando su temperatura aumenta. Normalmente, la aplicación dos veces al año de una cera de alto brillo suele ser suficiente. Y, por lo general, la película protectora que se obtiene con este método debe ser renovada cuando el agua, en lugar de formar gotitas, queda extendida sobre la superficie.

Las pinturas que se hayan reparado de forma reciente merecen un cuidado particular. En las cuatro a seis semanas posteriores a su reparación, el vehículo sólo puede limpiarse con agua limpia, sin aditivo alguno y nunca en un tren de lavado. Una vez haya transcurrido este plazo, la nueva pintura se habrá endurecido definitivamente y podrá tratarse de la forma habitual.

La pintura de los vehículos nuevos presenta una capa que reduce el brillo. Este problema puede solucionarse, sin embargo, utilizando un pulimento suave de alto brillo y retirándolo, una vez seco, con una gamuza suave. La pintura más vieja o que ha sido sometida a fuertes cargas, en cambio, requiere un cuidado más intenso. En este caso, debe realizarse un tratamiento previo a fondo con limpiador para pinturas y realizar una conservación de la superficie a base de cera de alto brillo.

Además, Glasurit recomienda combinar el mantenimiento regular de la pintura con un control anual de impactos de piedra y de otros desperfectos. “Sólo la eliminación regular de los defectos de la pintura puede evitar la expansión de la oxidación y hacer que el vehículo se conserve en un estado perfecto”, señalan.