La manipulación de cuentakilómetros está penada con seis años de cárcel

La manipulación del cuentakilómetros supone una estafa penada con seis años de cárcel y, aunque no es una práctica habitual ni está extendida entre los vendedores de vehículos usados, sí crea mala imagen en el sector y desconfianza en el comprador. La cifra de kilómetros recorridos se rebaja para aumentar el precio de venta del automóvil, según informa la consultora AutoScout24, que ofrece algunas claves para evitar adquirir una “aparente ganga”.

El propio habitáculo puede mostrar indicios de la verdadera antigüedad del vehículo, como el asiento del conductor, desde donde se puede revisar el desgaste del volante, el pomo del cambio de marchas, los botones de la consola central e, incluso, el propio asiento. Otros elementos son el tambor donde se inserta la llave tras el volante, por si este tuviera cierta holgura, y los parasoles interiores si no encajan en su hueco.

Igualmente, el análisis del maletero permite conocer el tipo de uso que se le ha dado al automóvil. AutoScout24 recomienda analizar el marco de acceso, sobre todo de la parte baja, y su interior, tanto la alfombrilla por si está muy desgastada como los plásticos de las paredes laterales han recibido muchos impactos. Más difícil, por encontrarse en el vano motor, sería encontrar la centralita y percatarse si los plásticos y tornillos han sido manipulados.

Para la plataforma especializada en VO, esta práctica también puede ser peligrosa para el comprador porque no tendrá un conocimiento real de cuándo ha de realizar las pertinentes operaciones de mantenimiento. Además, sin estas revisiones se puede provocar una avería que comprometa la vida del automóvil. “Y tendrá un mayor impacto en el medio ambiente al carecer el motor y los sistemas de escape del control que recomienda el fabricante”, especifica la consultora.

Según el director general de AutoScout24, Gerardo Cabañas, “el trucaje del cuentakilómetros supone un gran problema para el sector. Una estafa que, sin embargo, no se incluyó en la última Ley de Seguridad Vial, realizada por el Gobierno en mayo de 2014, pese a las múltiples peticiones realizadas desde asociaciones como Ganvam, aunque se sigue insistiendo para que sea incorporada en futuras modificaciones de dicha normativa”.