El problemón de Stellantis con la degradación de la correa de la distribución húmeda de los motores Puretech (Peugeot, Citroën y Opel, entre otras marcas afectadas), no para de crecer y está consiguiendo que el Grupo dirigido por Carlos Tavares se labre una merecida mala reputación que será muy difícil de limpiar, si algún día lo consigue.