Los sistemas de asistencia Bosch generarán unas ventas de mil millones de euros en 2016

La facturación de Bosch en el campo de la conducción automatizada está aumentando un tercio cada año, impulsada por el creciente mercado de sistemas de asistencia al conductor. “En 2016, nuestras ventas en sistemas de asistencia al conductor superará los 1.000 millones de euros”, asegura Dirk Hoheisel, miembro del Consejo de Administración de Robert Bosch.

Bosch es experto en todas las tecnologías necesarias para la conducción automatizada, que incluyen no sólo propulsor, frenos y dirección, sino también sensores, sistemas de navegación y soluciones de conectividad dentro y fuera del automóvil. La compañía estableció un nuevo récord en 2014 con la venta de más de 50 millones de sensores de entorno para los sistemas de asistencia al conductor, mientras que el número de sensores de radar y vídeo vendidos se duplicó en 2014, y lo hará de nuevo en 2015. En cuanto a los sensores de radar utilizados en sistemas como el ACC (Control de Crucero Adaptativo), Bosch lidera el mercado mundial. Su sensor de radar que hará el número 10 millones (77 GHz), saldrá, previsiblemente, de la línea de montaje, en 2016.

Para 2020, los coches deberían estar ya conduciendo de forma autónoma en las autopistas, al igual que, desde el comienzo de 2013, diversos prototipos de Bosch lo están haciendo ya en la A81 de Alemania y en la Interestatal 280 de Estados Unidos. Sin embargo, la conducción altamente automatizada todavía no es legal, ya que existe una limitación recogida en la Convención de Viena sobre Circulación Vial de 1968, en la que se especifica que los conductores deberán mantener el control de su vehículo en todo momento.

Una posibilidad sería permitir la conducción automatizada siempre que el conductor sea capaz de anularla o desactivarla. El debate sobre cómo revisar los actuales reglamentos para permitir esta excepción está ya en marcha, pero esta validación pone otro obstáculo sobre la mesa: con los actuales métodos, un sistema de pilotaje automático tendría que completar varios millones de kilómetros de pruebas reales en tráfico abierto antes de que pueda entrar en fase de producción. Bosch está trabajando también aquí sobre nuevos enfoques.

Para la compañía, la conducción automatizada hace más seguro el tráfico por carretera. Cada año, se estima que 1,3 millones de personas en todo el mundo mueren en accidentes de tráfico y, en el 90% de los casos, el accidente se puede atribuir a un error humano. Según las investigaciones de Bosch, el aumento de la automatización podría reducir las tasas de accidentes de tráfico, incluso hasta en más de un tercio, sólo en Alemania. Además, los estudios realizados en Estados Unidos indican que aplicando las estrategias de conducción predictiva circulando por autopista, puede suponer un ahorro de combustible de hasta un 39%.